
Partida de 122 jugadas y más de seis horas de juego donde el campeón Mundial Magnus Carlsen intentó quebrar la resistencia del indio Viswanathan Anand quien se mantuvo sólido y, a pesar de la larga duración, no tuvo que sufrir mucho para lograr un empate que le mantiene con vida en el encuentro a la espera de unas piezas que blancas que le permitan buscar la victoria.
No fue la partida más bonita del mundo pero la partida tuvo interés teórico, tanto de la apertura, como por mostrarnos una fortaleza que el campeón del mundo no pudo derribar y mantuvo a los espectadores atentos a la numantina defensa del indio.
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