
Por Albin Pötsch, Meissen
Curaçao en el verano de 1962. En el Torneo de Candidatos debe ser coronado el aspirante en el Campeonato del Mundo contra Mikhail Botvinik.
Entre Keres, Geller y Petrosian se pacta el famoso acuerdo de confidencialidad (“gentleman agreement”) de no perjudicarse el uno al otro.
Así se juegan las partidas con la meta de tablas, los puntos necesarios desean conseguir en el resto de los participantes como en Fischer (!), Filip y Benkö.
Pero todavía hay que contar con los compatriotas Korchnoi y Tal.
Bueno, el excampeón del mundo de Riga ya llega enfermo y pierde al principio del torneo una partida tras la otra y se traslada antes de la última ronda al hospital y renuncia al torneo; en consecuencia ya no cuenta como un competidor.
Visita de Bobby Fischer a Mikhail Tal en el Hospital
Foto .worldchesslinks.net
Queda entonces solamente a Korchnoi. Con él, aquel pacto de caballeros no es factible.
Pero Víctor, el Terrible, no está en buena forma y no puede seguir la marcha (como Bobby Fischer) del trío mencionado.
En las últimas rondas, se acechan estos tres: ¿Quién va a conseguir los puntos cruciales para situarse a la cabeza en una final de milímetros?
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